Las formas de educación memorista repetitiva son vacuas.
Los conocimientos no se guardan en un cuaderno, sino en la conducta, y se manifiestan por la manera de proceder.
La educación se imparte a través de cuentos, canciones, folclor, proverbios, danzas, mitos, trasmisión de valores culturales, creencias, rituales, leyes comunitarias, lenguaje local y taxonomías, prácticas agrícolas; uso guiado de herramientas, materiales; reconocimiento visual de especies de plantas y razas animales.
Pero estas actividades conducen al conocimiento si y sólo si son significativas para el aprendiz. O sea, si responden y condicen con las condiciones de vida y el contenido de las conversaciones expontáneas y cotidianas.
O sea, si son contenidos de su propia cultura de pertenencia.
Las formas de comunicación y organización del grupo de pertenencia son de vital importancia para la asimilación espontánea de auténticos conocimientos.
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